La Dolce Vita es un homenaje a la elegancia serena de la Toscana, donde la belleza reside en la sencillez y la naturaleza envuelve cada instante.

 

En los Viñedos de Butrón, el equilibrio entre lo rústico y lo sofisticado cobra vida en un escenario único, donde el minimalismo se viste de romanticismo. La decoración juega con contrastes delicados: hortensias blancas, rosas blancas y anturium, acompañados de manzanas verdes, que aportan frescura y modernidad. Sobre las mesas, lámparas de cristal reflejan la luz y añaden un toque de lujo sutil.

 

Como gran protagonista, una plataforma redonda hace las veces de altar, rodeada de flores y coronada por lámparas de cristales, creando un espacio mágico y envolvente. Cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para resaltar la belleza de lo esencial, en un entorno donde la naturaleza, la luz y el diseño se fusionan para celebrar el amor con un estilo atemporal y sofisticado.